Todos los ácidos grasos tienen un enorme potencial para el organismo, ya que se convierten en otras moléculas que desempeñan funciones vitales en la regulación, mediación, inducción y contrarrestación de innumerables funciones corporales.

En general, sí, si comes pescado azul 2-3 veces por semana, al menos 300 a 500 g cada vez. Lo ideal es que tu dieta proporcione al menos 2650 mg de Omega-3 de cadena larga (DHA + EPA) al día, ya sea a partir de fuentes alimenticias o de suplementos.

La grasa de la dieta se transporta intacta a través de la boca y el estómago hasta el intestino delgado, donde se mezcla con ácidos biliares y enzimas y se convierte en ácidos grasos. Los ácidos grasos libres son absorbidos por las células intestinales y hepáticas, que utilizan los ácidos grasos como componentes básicos en la producción de sus propios triglicéridos y fosfolípidos. Luego, los ácidos grasos se transportan en la sangre a las células del cuerpo mediante "barcos" (como el LDL y el HDL).

Los omega-3 y omega-6 son ácidos grasos esenciales que el organismo no puede producir por sí solo y, por tanto, deben ser aportados a través de la dieta. Son importantes para que los tejidos del cuerpo funcionen normalmente.

Los Omega-3 de cadena corta de los aceites vegetales, como el de canola y el de linaza, se pueden convertir en Omega-3 de cadena larga, pero este proceso es ineficiente. El omega-9 es un ácido graso no esencial que el organismo puede producir por sí mismo, especialmente en caso de deficiencia de Omega-3 y Omega-6.

Sólo utilizamos pescado capturado en estado salvaje certificado por FOS (Friend of the Sea) (principalmente sardinas y anchoas).

1. Los ácidos grasos omega-3 son componentes importantes de los lípidos celulares y de membrana (los principales componentes estructurales de las células vivas) que son esenciales para la vida y la salud. El omega-3 es un ácido graso esencial (AGE) que el cuerpo humano no puede sintetizar y, por lo tanto, debe consumirse en los alimentos que ingerimos.